Se trata de una efectiva herramienta de marketing que pretende asociar un determinado aroma con los valores que desea transmitir la empresa, cliente o producto. El método utiliza los aromas para generar un efecto determinado o crear una experiencia de compra con un valor diferencial. Así, revaloriza la marca en el punto de venta, logra transmitir valores y provoca reacciones favorables en el consumidor.
El marketing olfativo funciona como una técnica de estimulación capaz de reavivar recuerdos y emociones vividas, tomando en cuenta que los aromas son capaces de trasladar a las personas a tiempos pasados y lugares distantes en milésimas de segundo, dando vida a sus recuerdos. Esto hace que la comunicación “olfativa”, en este caso, sea más potente que la visual o auditiva.
La efectividad del marketing olfativo se refleja en sus resultados. Sus principales ventajas son las siguientes:
- En líneas generales, está demostrado que los comercios que usan el marketing olfativo venden hasta un 25% más frente a los establecimientos que no lo usan.
- Refuerza la identidad corporativa. Esto motiva a que los clientes identifiquen y relacionen la marca con calidad, sofisticación, elegancia, vanguardia, entre otros.
- Aumenta la productividad en un 15%.Los clientes permanecerán más tiempo en el lugar y percibirán los productos de manera positiva, influyendo considerablemente en la decisión de compra.
- Aumenta el rendimiento en los trabajadores: Mejora la concentración mental, reduce la fatiga y el estrés e incrementa la productividad. Está comprobado que se generan un 21% menos de errores y mejora la convivencia.
De esta manera, el marketing olfativo promueve la generación de un estrecho vínculo que resulta beneficioso, tanto para el cliente como para la marca.